¡Claro! Son veintitres años ya. O treinta, o un año y medio, o dos meses o diez días. Siempre podremos celebrar algo.
Esta Web sigue estando llenas de bicis que se echan de menos, de Keizer Karel, de mucha paciencia (ahí está la sección de quiltings para dar fe de ello), de muchas ganas de construir y no destruir más. Aunque claro, al final casi cada una de la colchas (construir) ha llevado aparejada bastantes descosidos para que al final salgan aceptablemente bien.
La imagen elegida como principal para esta página tiene un especial significado por su origen y porque me gusta (¡ea!), aunque aquí vamos a apuntar a otras dos páginas (por ahora) con las que celebramos años:
- Treinta y tres años de que abrimos el CICA. Y digo bien: abrimos, primera de plural.
- Cuarenta y dos de mi primer Inter-rail por Europa
- y Cuarenta y dos de que entré en la Uni!
- Treinta y tres años de la caída del muro de Berlín, ya que yo fui y me traje algunos trozos, que vaya usted a saber donde han acabado.
Si en otros lados de esta web están mis primeras peregrinaciones a Cognac y a la Habana de los cigarros puros, este es el lugar perfecto para conmemorar mi primera peregrinación a la destilería de Talisker. En el camino viví los mejores y los primeros peores sucesos que recuerdo. Y por eso creo poder decir que ese fue otro comienzo más de esta incorregible chifladura que alivio estupendamente y con éxito, desde poco después, con la costura.
¿Cuando sucedió aquello? Gracias a Dios, lo malo se ha borrado. ¡A lo mejor también la fecha! Me quedo con lo bueno y con esta bonita foto (tomada de la web del B&B). Y, claro, con dos etiquetas del motivo del viaje y del destino. Otros dirían que son Estampitas y la Ermita del Santo al que peregriné por primera vez entonces.
Bueno, y puestos a celebraciones, uno nunca sabe bien cuando son si no es por los periódicos o porque le avise alguien. Así que si alguien se acuerda de otro aniversario que sea para poner por aquí, que lo diga.
También me acuerdo de que este año hace 28 años de que mi padre murió. Y 25 de que lo hizo mi madre.
Vale ya de melancolías y peregrinaciones. Cuando escribo esto es 10 de febreo, y puestos a conmemorar: faltan pocos días para seguir celebrando. Y dentro de poco diremos otra vez que empezó una bonita primavera en la que estoy la mar de feliz (digo yo que podré decirlo!) y a ver si dentro de 30 años, o de 20, o de 10… puedo celebrar que pasó. Que me pasaron estos días tantas cosas buenas.