Cocina y sus cacharros

Una vez que hicimos la reforma de la casa, en noviembre y diciembre de 2014 y tras las navidades, teníamos una preciosa habitación vacía con toma de agua, salida de agua… ¡había que hacer una cocina!

Mirando el hueco inmenso de la habitación vacía, hice un primer planteamiento de la cocina el diez de enero de 2015. Sobre ese plano, que Victoria aceptó, ese mismo día hice los cálculos de los posibles muebles que se podrían usar para llevar a cabo la idea. Sobre la marcha preparé una hoja de pedido para ir a Santa Ikea de Castilleja (Santa de gran veneración en esta casa, por otra parte). Vale, con el tiempo ni yo mismo me entero de qué planee, de que calculé ni de que habría que pedir. Pero en ese momento estos apuntes me sirvieron.

El lunes 12 de enero hicimos el pedido en la tienda, al día siguiente nos llegaron cientos de cajitas que con paciencia, maña y algunas herramientas se convirtieron en lo que hoy es la cocina. Y digo maña, con más o menos permiso de los otros Sánchez Gómez, que lo hubieran hecho mejor, pero no vinieron a ayudar. ¡Vaaaale! Como siempre, eché mano de Lusife para colocar algunos armarios altos, que colocarlos yo solo me era imposible.

Creo que más o menos tardé tres semanas intensas: una de vacaciones dedicado completamente a la tarea y las otras dos por las tardes en tener acabada la cocina. Bueno, acabadas nunca se quedan las cosas pero al menos tal y como la dejé y está.

La verdad es que uno se sorprende cómo de unos garabatos puede acabar saliendo una cosa así. Un año después repetí hacer un guarreo en unas servilletas en un bar que se convirtieron en la presentación que acompañó la lectura de la tesis, que no fue mal porque me felicitaron, pero creo que esto es más útil día a día.

Con las sobras de la encimera se hizo la mesa para comer y con las piezas recortadas del fregadero, encimera y un pico, el banco donde Elena y Guillermo pasan varios ratos al cabo del día alimentándose.

Con todo ello quedó una cocina que yo creo que es muy cómoda para trabajar (y comer) y que utiliza cada centímetro cúbico.

¡Y aquí me gusta pasar algunos ratos haciendo comidita rica para los pollitos!

Perspectiva de la zona de trabajo: placa, mw, horno y frigoríficos.
Es la zona de comedor, con un banco corrido y la mesa de nogal como las encimeras.

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