Del grupo de amigos «Los Tremendos», que en realidad hubiera debido llamarse «Los Mineros» porque fue en bar La Mina y en la Montaña donde se hizo la amistad, salen estas colchas.
Mientras los padres estábamos en la mina las niñas y Guillermo estaban en la Montaña (una de las linternas de la cisterna romana que hay en la plaza de la Pescadería). Fueron unas tardes muy felices, al menos para mi.
En principio debían llamarse las colchas de las Tremenditas, ya que pensé en hacer una para Julieta Cordero, otra para su hermana Lucía y otra para Cristina López.
Con el tiempo, ya que las colchas tardan en materializarse, los niños creciero, la plaza se puso imposible de vivir: desapareció la Montaña e incluso la Mina que vivimos; y el grupo primero se mudó a la Orgánica y después perdió frecuencia.
Así que me pareció mejor individualizar las colchas y hacerlas según fuesen viniendo dadas las circunstancias.
Un año salió la de Julieta y al año siguiente la de Lucía. Un día saldrá la de Cristina, ¡digo yo!